El anuncio se esperaba desde que el ejecutivo nacionalizó ese oleoducto el año pasado pagando 4.400 millones de dólares canadienses, unos 3.300 millones de dólares estadounidenses.
"Hoy anuncio que nuestro Gobierno aprobó el proyecto de expansión de Trans Mountain", declaró el primer ministro liberal Justin Trudeau, que precisó que las obras de construcción empezarían este verano boreal.
El proyecto busca triplicar la capacidad del oleoducto inaugurado en 1953 para transportar 890.000 barriles de petróleo diarios por un recorrido de 1.150 km entre la provincia de Alberta, que tiene las terceras reservas mundiales de oro negro, y las afueras de Vancouver, desde donde se exportará el crudo hacia Asia.
Trudeau justificó su decisión alegando que la exportación de petróleo hacia Asia permitirá reducir la dependencia de Canadá respecto al mercado estadounidense y que el transporte de crudo por oleoductos era mucho más seguro que por ferrocarril.
El Gobierno de Trudeau había autorizado en 2016 la compañía estadounidense Kinder Morgan a extender el oleoducto, antes de decidir nacionalizarlo, pero la provincia de Columbia Británica, dónde el petróleo iba a cargarse en buques cisterna, llevó el caso ante la justicia, apoyada por una coalición de ecologistas y comunidades autóctonas. La justicia dio la razón a los opositores al proyecto al considerar que no se habían estudiados las consecuencias medioambientales de la obra. Ottawa pidió entonces al regulador del sector que se reuniera con las poblaciones afectadas, entre ellas grupos de amerindios.
Las obras de extensión, que se valoraron en 7.400 millones de dólares en 2015, comenzarán en las próximas semanas, antes de las elecciones legislativas de octubre.