Las dos licitaciones de contratos de áreas y campos para exploración y explotación de hidrocarburos en aguas del Golfo de México han generado el cuestionamiento de empresas privadas interesadas en participar.
Las firmas plantean que los requisitos exigidos y las regulaciones que plantea el borrador, no generan el atractivo suficiente para invertir.
La Ronda Uno es el primer plan que el gobierno de México ha puesto en marcha para incorporar el capital privado al sector de exploración y explotación de crudo, tras la histórica modificación realizada en 2014, que acabó con el exclusivo monopolio estatal de Pemex.
El programa incluye áreas en aguas del Golfo de México, campos en tierra, aguas profundas y la explotación de los recursos no convencionales (shale).
Las empresas interesadas han expresado su descontento con las condiciones presentadas en el borrador, ya que son poco alentadoras para la inversión.
El presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Juan Carlos Zepeda, dijo que el modelo de contrato de la licitación lanzada la semana pasada, para campos en extracción, ya incorpora modificaciones que flexibilizan el programa de inversión mínimo requerido, así como regulaciones y términos fiscales, según informa Reuters.
El funcionario aclaró que esos ajustes alcanzarán también las licitaciones de 14 áreas de exploración y explotación lanzadas el pasado diciembre de 2014.
La caída de precios de casi 60% en el valor internacional ha modificado en parte el escenario de inversión, una condición que obliga al gobierno de Enrique Peña Nieto a flexibilizar ciertas condiciones para la inversión privada, que ha perdido la rentabilidad que les podía garantizar un barril de crudo en precios cercanos a los u$s100.
México aspira al objetivo de alcanzar la producción de 3 millones de barriles por día.