Era una prueba de fuego para un país que intenta avanzar en la desregulación del sector petrolero. El gobierno de México adjudicó 2 de 14 bloques para la primera fase de la Ronda Uno destinada a la exploración y extracción de petróleo en aguas someras.
La Secretaría de Energía había pronosticado mejores resultados, ya que estimaba que se colocaría entre el 30 y 50% de la licitación, meta que no fue lograda.
Los dos bloques (el segundo y el séptimo) fueron ganados por la empresa local Sierra Oil & Gas, en consorcio con Talos Energy y Premier Oil. El resto de los bloques fueron declarados desiertos.
"Estamos muy contentos [...] es un gran día, es un gran logro de la reforma", dijo el presidente de Sierra Oil & Gas, Iván Sandrea.
De las 24 empresas que se habían presentado, sólo 9 presentaron ofertas, y algunas fueron desechadas por no cumplir con el mínimo de oferta requerido.
La licitación otorgó dos áres, una de 168 km cuadrados frente a las costas de Veracruz y el bloque siete, con más de 460 km cuadrados, frente a Tabasco, y el más interesante de esta fase.
México intenta avanzar en un proceso de desregulación que modifique la tendencia declinante de la producción petrolera del país.
Los ganadores deberán dar al Estado un porcentaje de utilidad operativa -sujeto a un mecanismo de ajuste progresivo-, cuota contractual por kilómetro cuadrado, regalías sobre ingresos brutos, impuesto de actividad de exploración y extracción por kilómetro cuadrado e impuesto sobre la rent, informa CNN Expansión.