El desplome de los precios internacionales del petróleo ha afectado seriamente a la industria energética global, y ha desembocado en un fuerte descenso de las inversiones en el sector. Sin embargo, los no convencionales parecen brindar un poco de luz en medio de semejante crisis.
Desde Vaca Muerta, Los Molles y Sierras Blancas, entre otras formaciones, el shale y el tight gas van ganando un lugar importante entre los hidrocarburos.
Según informó el Diario de Río Negro, se estima que el aporte de los no convencionales en la provincia de Neuquén ha aumentado en un 41 por ciento interanual durante el primer semestre del año.
Debido a la crisis, en los últimos meses se han bajado una gran cantidad de equipos y pozos perforados, generando una caída en la producción de crudo. Sin embargo, el gas continúa aumentando.
Esto se debe principalmente a que los pocos pozos perforados son más largos y de mayor productividad, y a que recién están brindando frutos aquellos que comenzaron a funcionar el año pasado.
De todas maneras, se desconoce por cuánto tiempo se puede mantener esta tendencia, ya que la producción de shale y tight exige perforación permanente y podría derrumbarse rápidamente ante la falta de nuevos pozos. Por este motivo, la expectativa está puesta en nuevos yacimientos con alto potencial gasífero, como Bandurria o Río Neuquén.
