La posibilidad de perforar en busca de petróleo en el Refugio Nacional de Vida Salvaje del Ártico no se planteaba durante la presidencia de Barack Obama, pero ha vuelto a quedar sobre la mesa con la llegada del nuevo gobierno.
La senadora de Alaska Lisa Murkowski y otros miembros de la delegación del estado en el Congreso han propuesto una legislación que permitiría las prospecciones petrolíferas en el litoral de la reserva natural.
El Congreso amplió en 1980 la extensión del refugio de vida salvaje pero reservó 2.300 millas cuadradas de la llanura costera para su estudio en busca de recursos naturales. El Congreso puede abrir esa zona para su exploración y explotación.
El Servicio Geológico de Estados Unidos estima que en la región hay 10.400 millones de barriles de petróleo y quizá más.
Las voces críticas afirman que la llanura costera es un hábitat importante para los osos polares y la gran población de caribúes de Grant. Piden que la llanura siga administrándose como territorio salvaje.
Murkowski afirma que los caribúes y las prospecciones petrolíferas pueden coexistir, como se ha demostrado en otras zonas del norte de Alaska.