El Gobierno publicó en el Boletín Oficial la resolución que indica que si el precio interno de los combustibles supera el valor de importación, las empresas no estarán exentas de abonar los impuestos correspondientes.
La resolución 34/2015 elimina las exenciones impositivas para petroleras que compran en el exterior, tras la caída a la mitad del precio internacional del crudo desde junio del 2014.
La intensa caída de los precios del crudo “derivó en la caída de los precios de los productos obtenidos a partir de su refinación, obteniendo como resultado para los primeros días del mes de enero del presente una reducción aproximada del 42 por ciento de la nafta y del 39 por ciento del gasoil”, indica la medida.
La medida modifica lo dispuesto en los artículos 23 y 24 de la Ley N° 27008 y argumenta que cuando ésta se sancionó, el 30 de octubre de 2014, “en el mercado internacional de hidrocarburos se presentaba un escenario que sufrió bruscas variaciones hacia finales del 2014 y principios del corriente”.
"El contexto internacional del mercado de hidrocarburos ha generado un alto grado de variabilidad en el nivel de precios del petróleo crudo y sus derivados, resultando primordial en estas condiciones atenuar su impacto sobre el nivel de actividad y empleo local", sostiene la resolución.
El diario La Mañana de Neuquén señaló que esta medida afectará un negocio que beneficiaba a YPF, Shell, Axion Energy, Petrobras y Oil. Antes de la caída de precios, la Ley de Presupuesto 2015 había dispuesto la exención del impuesto a los combustibles líquidos para compensar los picos de demanda. La importación autorizada para este año es de 7 millones de metros cúbicos de gas oil y diesel, y un millón de metros cúbicos de nafta.
Hasta el año pasado era un gran negocio para las petroleras, ya que importaban a dólar oficial y vendían en pesos a valores más caros. Cuando comenzó a crecer la importación de naftas en 2012, el precio del crudo era de 100 dólares y el litro de nafta en el mercado argentino era de 5,50, la importación no era rentable para las petroleras. Por este motivo, el Gobierno las eximió del pago del impuesto a los Combustibles y del aporte al Fondo Hídrico de Infraestructura, que representan alrededor del 40 por ciento de los valores que se pagan en los surtidores.
Con los altos precios en el país, terminó siendo más negocio importar combustibles que producirlos. Sin embargo, la actual caída de precios llevó a que los combustibles del país sean mucho más caros que en el exterior, por lo que caen los beneficios impositivos.