La petrolera Vista anunció que en los próximos tres años invertirá 2.500 millones de dólares para incrementar fuertemente sus niveles de producción en la colosal formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta, en el suroeste de Argentina.
"Nuestro objetivo es continuar aumentando la inversión con el fin de impulsar una mayor actividad, para obtener una producción de 100.000 barriles de petróleo diarios (boe/d) en 2026 y 150.000 2030", afirmó Miguel Galuccio, fundador, presidente y director ejecutivo de Vista.
En un encuentro con inversores, Galuccio presentó detalles del nuevo plan estratégico de la compañía con objetivos para 2026.
Vista, el segundo mayor productor de petróleo no convencionales de Argentina, planea poner en producción entre 2024 y 2026 un total de 138 pozos nuevos de "shale oil" (crudo no convencional).
Galuccío resaltó que Vaca Muerta, la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo, representó durante el primer semestre de este año "casi la mitad de la producción de petróleo del país y un 70 % de sus exportaciones de crudo".
"Su desarrollo ha demostrado su capacidad para generar exportaciones adicionales significativas, lo que podría crear un ciclo virtuoso de ingresos en moneda extranjera e inversiones que impulsarán el crecimiento económico y social del país", dijo el empresario argentino.
Vista espera que el crecimiento que planea en la producción genere una mayor eficiencia operativa, reduciendo el coste actual de extracción de 5,5 dólares por boe a 4 dólares por boe en 2026.
De acuerdo con las nuevas proyecciones de la compañía, sus ingresos se duplicarían, alcanzando los 2.350 millones de dólares en 2026.
En cuanto al resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado, Vista proyecta duplicarlo, alcanzando los 1.700 millones de dólares para 2026.
Según las proyecciones actualizadas, la empresa planea generar 5.000 millones de dólares de flujo de fondos operativos entre 2022 y 2026.
Vista, cuyas acciones se cotizan en las bolsas de Nueva York y México, reafirmó también su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2026, reduciendo la intensidad de las emisiones a 7 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) equivalente por boe y compensando las emisiones restantes mediante créditos de carbono generados por los proyectos de "soluciones basadas en la naturaleza", ejecutados por su subsidiaria Aike.