Un juez federal de Estados Unidos bloqueó la construcción del polémico oleoducto Keystone XL, al estimar que la administración del presidente Donald Trump no había justificado de manera adecuada el levantamiento de la prohibición del proyecto impuesta por su predecesor Barack Obama en 2015.
El fallo del juez de Montana Brian Morris sobre este oleoducto que pretendía unir la provincia canadiense de Alberta con las refinerías del Golfo de México es un revés para Trump y la industria petrolera y una importante victoria para los grupos ecologistas y de defensa de los indígenas.
Keystone XL, que tiene una extensión de 1.900 km -1.400 de ellos en territorio estadounidense- está destinado a ser conectado a la red existente de oleoductos en Estados Unidos.
El proyecto, cifrado en 8.000 millones de dólares, data de 2008 y permitiría transportar diariamente unos 830.000 barriles de petróleo.
Trump había autorizado la construcción del polémico oleoducto poco después de su llegada a la Casa Blanca en enero de 2017, alegando que crearía puestos de trabajo y estimularía el desarrollo de infraestructuras.
La administración Trump anuló así la decisión tomada por Obama en 2015, que denegó el permiso al oleoducto esencialmente por razones medioambientales.
El fallo del jueves es temporal y requiere que el gobierno estudie más en profundidad cómo afectará el proyecto al medioambiente, a los recursos culturales y a la fauna. El Departamento de Estado debe encargarse del análisis de este proyecto transfronterizo.
El juez Morris alegó que el análisis medioambiental llevado a cabo por la administración Obama en 2015 para negar el permiso al oleoducto fue ignorado por el Departamento de Estado al cambiar de posición el año pasado.
El Departamento de Estado se "limitó a descartar las conclusiones previas relativas al cambio climático para justificar su cambio de posición", indicó el juez.
El magistrado agregó, además, que dicho Departamento no tomó en cuenta factores tales como el precio del crudo, el impacto del proyecto en las emisiones de gases de efecto invernadero y los riesgos de derrames de petróleo.
En noviembre de 2017, 5.000 barriles de petróleo fueron vertidos en las llanuras de Dakota del Sur, en Estados Unidos, tras una fuga en el oleoducto Keystone, una de las ramas de Keystone XL.