"Las playas están bastante limpias" dijo la capitán Jennifer Williams, que desde la Guardia Costera es una de los coordinadoras del operativo de limpieza de las playas adonde llegaron unos 400.000 litros de petróleo a raíz de la rotura de un oledoucto de la compañía Plains All American Pipeline el pasado 19 de mayo.
El costo de la limpieza ronda los u$s3 millones diarios y todavía se desconoce la fecha de culminación de las tareas, según informó Patrick Hodgins, coordinador de las tareas designado por la empresa que sufrió el accidente.
El 19 de mayo de 2015, un ducto de la empresa Plains All American Pipeline se rompió, y miles de galones de crudo se regaron por la zona. El paso de un caño pluvial por el que se filtró el petróleo, llevó la contaminación hacia el mar y provocó un desastre ecológico en un área aproximada de 14 km de la costa de Santa Bárbara.
El gobernador de California declaró la emergencia por el derrame de crudo y activó un operativo de limpieza y preservación de las especies de la zona.
La rapidez de las operaciones impidió que el accidente tuviera peores consecuencias. La empresa bloqueó el canal pluvial para evitar que más petróleo llegara al mar. Se estima que unos 80.000 litros alcanzaron la costa del condado de Santa Bárbara (una quinta parte del derrame denunciado). La firma nunca tuvo problemas ni accidentes previos y ese oleoducto está activo desde 1987.
Según la agencia AP, todavía no se han informado las causas de la rotura del ducto.