Las principales compañías petroleras como BP y Shell, están uniendo fuerzas para crear un fondo de inversión para desarrollar tecnologías que promuevan la energía renovable, en un momento en el que buscan un papel activo en la lucha contra el calentamiento global, dijeron fuentes.
Los ejecutivos de siete compañías de petróleo y gas - BP, Eni, Repsol, Saudi Aramco, Royal Dutch Shell, Statoil y Total - anunciarán en Londres detalles del fondo y otros pasos para reducir los gases de efecto invernadero.
El sector se enfrenta a una creciente presión para tomar un papel activo en la lucha contra el calentamiento global, y el evento coincidirá con la entrada en vigor formal del Acuerdo de París de 2015 para eliminar los gases de efecto invernadero producidos por el hombre en la segunda mitad del siglo.
El grupo forma parte de la Iniciativa Climática de Petróleo y Gas (OGCI, por sus siglas en inglés), creada con el apoyo de las Naciones Unidas en 2014 e incluye 11 compañías que representan el 20 por ciento de la producción global de petróleo y gas.
Se espera que los líderes de las empresas detallen los planes para crear este vehículo de inversión que se enfocará en el desarrollo de tecnologías para reducir las emisiones y aumentar la eficiencia de los motores de automóviles y el combustible, según fuentes involucradas en las conversaciones que declinaron ser nombradas.
El fondo también se centrará en las formas de reducir los costos de la tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CCS), que consiste en recoger las emisiones de dióxido de carbono producidas por las plantas de combustión de combustibles fósiles y volver a inyectarlas en cuevas subterráneas.
También se espera que los CEOs anuncien la siguiente fase de su plan para reducir las emisiones del sector petrolero, principalmente mediante la reducción de la quema de exceso de gas en los campos, el aumento del uso de CCS y la limitación de la emisión de metano, un gas altamente contaminante.
El intento de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados a finales del siglo representa una amenaza para las compañías de petróleo y gas, ya que los sectores del transporte y la energía cambian gradualmente hacia fuentes renovables de energía como la solar y la eólica.
Las grandes empresas petroleras, como la noruega Statoil, la francesa Total y la italiana Eni, han aumentado sus inversiones en energía renovable en los últimos años, aunque todavía son pequeñas en relación con el principal negocio de combustibles fósiles.