El Profesor de Geología Estructural y Económica y profesor de Ciencias Ambientales e Ingeniería de Harvard, John Shaw, ha destacado el desarrollo del fracking como una de las revoluciones energéticas más importantes de los últimos años.
El modelo de fracturación hidráulica y de perforación horizontal fueron los generadores del boom del gas de esquisto, dijo el profesor Shaw en una conferencia en esa prestigiosa universidad.
Respecto de los cuestionamientos de algunos sectores medioambientales, y luego de que países como Francia hayan prohibido el fracking, el profesor de Harvard ha desmentido que la contaminación del agua o los terremotos inducidos sean consecuencias directas del sistema de fracturación hidráulica.
Shaw explica que esas consecuencias eventuales son fruto de actividades asociadas que podrían mejorarse, pero no es resultado del fracking.
El experto explica que la fracturación en sí no libera fluidos en el agua, ya que la técnica se emplea a miles de metros por debajo del nivel freático, pero que fallos en la capa de hormigón por dónde se elevan el gas y el petróleo, puede romperse. Shaw explicó que hoy existen métodos para detectar los puntos débiles y evitar posibles pérdidas.
Sobre los terremotos inducidos, consideró que la presión que se emplea para fracturar la roca dura pocos minutos, luego el gas fluye y de hecho reduce la presión sobre la roca. Lo que sí puede provocar movimientos sísmicos inducidos es la eliminación del líquido de desecho que se inyecta posteriormente en la tierra. Las empresas en EEUU están trabajando en desarrollar el reciclado de aguas residuales como alternativa para eliminar este riesgo.
El shale está en sus inicios
El profesor de Harvard, John Shaw, destacó que el fenómeno del shale ha modificado el panorama energético de EEUU y del mundo.
El país era un importador de gas, y en la última década ha logrado exportar el fluido gracias a esta técnica. Para el experto, la energía a gas está transformando al país y considera que el desarrollo de esta industria está "en su infancia".
Para Shaw, el gas desplazará al carbón en la generación de electricidad y hacia 2040 sería el principal combustible que garantizaría la producción del sistema eléctrico.
"En la última década, nada ha tenido un impacto más profundo en los EE.UU. y la economía mundial de la energía que el surgimiento de los recursos de gas de esquisto", dijo Shaw.