Por sexto día consecutivo, al menos 400 personas se manifestaron en la localidad de Ain Saleh, provincia de Tamanraset, situado a 2.000 kilómetros al sur de Argel, contra la explotación de gas de esquisto o shale gas por considerar el 'fracking', método con el que se extrae ese tipo de gas, una práctica que amenaza al medioambiente, según la agencia oficial argelina APS.
Los manifestantes, muchos de ellos estudiantes, llevaron pancartas frente al gobierno civil con escritos como "Los estudiantes protestan" o "No al gas de esquisto", para pedir que se detenga la perforación a fin de proteger el ambiente y las aguas subterráneas de la región. Uno de los manifestantes, citados por la APS, aseguró que tienen previsto continuar con las protestas hasta conseguir que se suspenda la explotación de gas de esquisto en la región de Ain Saleh.
El gobernador de Tamanraset, Mahmud Yamaa, ya se ha desplazado a Ain Saleh para reunirse con los representantes de la población local con el objetivo de alcanzar un acuerdo.
El pasado mes de junio, el Parlamento argelino aprobó enmiendas legales que permiten la explotación de gas y petróleo de esquisto, una normativa que apoya el gobierno de Argelia para consolidar sus reservas y aumentar sus exportaciones de hidrocarburos. El desplome de los precios de petróleo han afectado a la economía argelina basada principalmente en este sector, que contribuye con un 26,2 % en el PIB y cuyas ventas constituyen el 97 % del total de las exportaciones.
Según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA), Argelia es la tercera potencia mundial en reservas de gas esquisto después de China y Argentina.