El Gobierno británico continúa presentando alternativas para facilitar el ingreso de la industria del fracking en su territorio, y a su vez generando una fuerte oposición por parte de los grupos ambientalistas.
Uno de los últimos movimientos realizados fue la presentación de una nueva regulación que permitiría utilizar el método de fracturación hidráulica para la exploración de gas y crudo en parques nacionales y sitios protegidos por la UNESCO.
El proyecto establece que se prohibirá la realización de pozos en los parques nacionales en sí, pero que las petroleras podrán perforar pozos horizontales desde los alrededores de los parques para poder acceder de esta manera a los hidrocarburos que yacen debajo de estas áreas.
El Departamento de Energía y Cambio Climático británico indicó que “el proyecto establece la protección de aguas subterráneas y de los parques nacionales (…) asegurando que el proceso de fracturación hidráulica se realice por debajo de los 1.200 metros en estas áreas”.
El sitio World Oil detalló las repercusiones de este proyecto que fue calificado por los ambientalistas como “escandaloso”.
“Es un escándalo que el gobierno le dé luz verde al fracking bajo los parques nacionales”, aseguró Rose Dickinson, de la agrupación Friends of the Earth.
“Tras el freno al fracking en Escocia y Gales debido a los altos riesgos, la prohibición de esta actividad en el estado de Nueva York por ser una amenaza “significativa” para la salud, y recientemente rechazada en Lancashire, es claro que hay una fuerte oposición en cualquier sitio en el que se proponga esta actividad”, agregó.