La Unión Europea está considerando la posibilidad de establecer estándares vinculantes para el gas natural con el fin de limitar las emisiones de metano, el segundo mayor contribuidor al calentamiento global después del dióxido de carbono.
El bloque de 27 miembros es el mayor importador de gas del mundo, y la imposición de tales estándares normas podría afectar a sus principales proveedores, entre los que se encuentran Rusia y Noruega.
La estrategia para el metano de la UE incluye un compromiso más claro que los borradores anteriores, que evitaban imporner límites a las emisiones de del gas consumido en Europa. El bloque indicó que cualquier legislación se produciría tras una evaluación del impacto que involucraría a los socios internacionales.
“La Comisión estudiará objetivos de reducción de las emisiones de metano, estándares u otros incentivos para la energía fósil consumida e importada en la UE en ausencia de compromisos significativos por parte de los socios internacionales”, indica la estrategia.
La reducción del metano es clave en los planes para el objetivo de neutralidad neta en las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE en 2050. Sin embargo, ese objetivo no captura las emisiones realizadas para producir o transportar gas a la UE, mientras que los estándares de metano para el gas importado sí lo harían.
El metano, que se emite a través de fugas en oleoductos y gasoductos e infraestructuras, minas de carbón no utilizadas y la agricultura, es 84 veces más potente que el CO2 en sus primeros 20 años en la atmósfera.
La Comisión también propondrá el año que viene una normativa que exija a las empresas de petróleo y gas que controlen e informen sobre las emisiones de metano y reparen las fugas.