Irán indicó que podría comprometerse en un pequeño aumento de la producción de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en la reunión que celebrará el grupo esta semana, mientras Arabia Saudita trata de convencer al resto de los miembros sobre la necesidad de aprobar un mayor incremento del bombeo.
El cártel petrolero se reúne el viernes para decidir su política de producción, en medio de llamados de grandes consumidores como Estados Unidos y China para que el cartel enfríe los precios del barril y respalde la economía mundial elevando los suministros.
Irán había señalado a comienzos de la semana que es poco probable que la OPEP alcance un acuerdo, dejando abierto el escenario para un enfrentamiento con Arabia Saudita y Rusia, que están presionando por elevar con fuerza la producción a partir de julio a fin de cumplir con la creciente demanda global.
No obstante, el ministro del Petróleo iraní, Bijan Zanganeh, aseguró que los miembros del grupo que se excedieron en sus recortes en los últimos meses deberían volver a cumplir con las cuotas acordadas.
Esto significaría una modesta alza para productores como Arabia Saudita, que ha reducido su bombeo más de lo esperado pese a las interrupciones a la producción en Venezuela y Libia.
"La OPEP podría mantener el mismo acuerdo con un cumplimiento que volviera a ser del 100 por ciento", señaló una fuente del cártel conocedora de la posición iraní.
El secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, aseguró que está confiado en que habrá un acuerdo el viernes.
Rusia propone que los países de la OPEP y de fuera del grupo eleven su bombeo en 1,5 millones de barriles por día, poniendo fin de forma efectiva a los recortes vigentes de 1,8 millones de barriles diarios, que ayudaron a reequilibrar el mercado en los últimos 18 meses e impulsar el precio del crudo a 75 dólares por barril desde un mínimo de 27 dólares en 2016.
Miembros de la OPEP como Irán, Irak y Venezuela se han opuesto a un alivio de los recortes por temor a un desplome de los precios. No obstante, la decisión de aumentar el bombeo podría adoptarse pese a una negativa de Teherán, como ya ha ocurrido con anterioridad en el cártel.
Hasta la fecha, Irán es el principal obstáculo al acuerdo, entre declaraciones de Zanganeh de que la OPEP no debería ceder a la presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para subir la producción.
Otro factor que suma complicaciones es la ausencia de un compromiso entre los productores del Golfo Pérsico -que suelen estar alineados en una sola postura- antes del encuentro del viernes, de acuerdo a dos fuentes cercanas a las discusiones.
Los aliados tradicionales de Riad -Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Bahréin- creen que el reino respondió de forma demasiado apresurada a los llamados de Estados Unidos para subir la producción, y están algo incómodos con la estrecha coordinación entre Arabia Saudita y Rusia, que no pertenece a la OPEP, indicaron las fuentes.