Los precios del petróleo cayeron en una sesión de escaso movimiento antes de la reunión de los países productores del fin de semana, un encuentro que según analistas tendrá escaso impacto en el exceso de suministro global aunque podría aportar un piso de valores para el mercado.
Los productores crudo, liderados por Arabia Saudita y Rusia, planean discutir una propuesta para congelar la producción en torno a los niveles de enero, con el fin de contener un exceso de suministros que supera la demanda en unos 1,5 millones de barriles diarios.
Esta sería la primera acción conjunta entre países de la OPEP y otros que no forman parte del cártel, aunque Irán se ha negado a participar diciendo que quiere recuperar el nivel de bombeo que tenía antes de las sanciones económicas de Occidente que fueron levantadas hace poco.
Como las discusiones se enfocan en congelar el bombeo y no en recortarlo, una mayoría de analistas no cree que se acuerden medidas para reducir el exceso de oferta, que ha derribado los precios del petróleo en hasta un 70 por ciento desde mediados de 2014.
"Salvo que se produzca una sorpresa total, hay muchas posibilidades de que la reunión de Doha determine con resultados insípidos", dijo un operador.
Tomas de ganancias antes de la reunión aumentaron la presión sobre el barril, señalaron operadores.
Los futuros del crudo Brent cayeron un 1,69 por ciento, a 43,10 dólares por barril, mientras que el contrato en Estados Unidos retrocedió un 2,75 por ciento, a 40,36 dólares el barril. Pero los precios cerraron la semana al alza por segunda semana seguida.
El crudo recortó parte de sus pérdidas tras los datos de Baker Hughes que mostraron que las empresas de energía de Estados Unidos recortaron el número de plataformas activas por cuarta semana seguida a su menor nivel desde noviembre de 2009.
Una nota de Barclays señaló que un acuerdo en Doha, si bien no cambiaría los equilibrios del mercado, "la reunión podría evitar que los precios vuelvan a caer al rango de los 30 dólares"