Bank of America Merrill Lynch (BofA) redujo sus estimaciones de precios del petróleo para este año y el próximo, debido al previsto el exceso global de suministros y a la depreciación de la moneda china.
El banco de inversión recortó su pronóstico para el precio del crudo Brent este año a 46 dólares por barril desde 50 dólares, y disminuyó la proyección para el referencial estadounidense West Texas Intermediate (WTI) a 45 dólares el barril, desde 48 dólares.
BofA dijo que los suministros de crudo iraní que se espera inunden el mercado, sumados a la depreciación del yuan, podrían derrumbar los precios del barril hasta cerca de 25 dólares, dado que los inventarios globales ya se encuentran extremadamente elevados.
Un yuan depreciado hará más costosas las importaciones de varias materias primas, incluyendo el petróleo, lo que genera preocupación sobre la solidez de China, la segunda mayor economía del mundo y un consumidor clave de insumos básicos.
El colapso de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán, luego de la ejecución en el reino de un clérigo chií, puso fin a la especulación respecto a que la OPEP pueda acordar en el corto plazo una reducción a sus niveles de producción para impulsar los precios.
A pesar de que BofA estimó que la demanda de petróleo se expandirá, indicó que las condiciones para un piso en los precios ya se estarían creando, puesto que el crudo al contado se negocia casi al costo en efectivo, que se está acercando la temporada de mayor consumo en Estados Unidos por viajes y que la producción de gas de esquisto está disminuyendo.
"Esta combinación de factores finalmente llevará a que los precios globales del crudo toquen un piso en el primer semestre del 2016 y a una recuperación en los meses del verano (boreal)", añadió BofA.
Para el 2017, BofA prevé que los precios del Brent se ubicarán en 61 dólares por barril y los del WTI en 59 dólares por barril.