Pedro Parente, quién asumió el liderazgo de la endeudada compañía en mayo, dijo al diario local Folha de S.Paulo que la administración de Petrobras sigue estudiando la mejor opción para vender parte de su unidad de distribución de combustibles BR Distribuidora SA.
Al ser consultado si la empresa podría ser privatizada, Parente respondió: "De ninguna manera. Quiero dejar mi opinión muy clara, no creo que la sociedad brasileña esté lo suficientemente madura incluso para discutir una privatización".
Parente admitió que Petrobras aún tiene 14.000 millones de dólares en activos para vender este año tras retrasos en su programa de desinversiones, pero sostuvo que la administración se ceñirá a esa meta de ventas para el año. Declaró que la empresa está analizando asociaciones en varios de sus negocios, incluyendo unidades contempladas para una desinversión, para reducir los riesgos y la necesidad de inyección de capital. "La gran discusión en este momento es si mantener el control o compartir el control", dijo Parente.
El ejecutivo afirmó que está a favor de requerimientos nacionales de contenido, pero basado en productos que la industria local sea capaz de elaborar en forma competitiva.