El Grupo Banco Mundial publicó su informe de Perspectivas Económicas Mundiales (GEP, por sus siglas en inglés), donde analiza los desafíos a los que las economías en vías de desarrollo deberán enfrentarse en lo que queda del 2015 y que podrían mantenerse en 2016.
La crisis generada por la caída de los precios internacionales del crudo ha marcado una nueva era a la que los países en desarrollo deben comenzar a adaptarse. Si bien puede resultar amenazante para los países exportadores de crudo, no lo es tanto para aquellas naciones importadoras.
El Grupo Banco Mundial estima que las economías en desarrollo crecerán 4,4 por ciento este año, con un probable aumento a 5,2 por ciento en 2016 y 5,4 por ciento en 2017.
El presidente del grupo, Jim Yong Kim, señaló que “las naciones en desarrollo fueron un motor de crecimiento luego de la crisis financiera, pero ahora enfrentan un entorno económico más difícil”.
La caída de los precios del crudo ha intensificado la desaceleración de las economías en desarrollo, principalmente en aquellas naciones que dependen de la exportación del suministro. Mientras que los importadores se benefician por los bajos costos de importación y los precios del crudo, aunque estos factores han sido lentos en incentivar la actividad económica ante la creciente incertidumbre política y falta de infraestructura.
En este marco, se espera que el crecimiento de Rusia se vea afectado por la caída de precios y las sanciones de occidente, y que retroceda 2,7 por ciento. Por otro lado, el PIB de México aumentaría en 2,6 por ciento debido a una leve ralentización de la economía de EEUU.
En el caso de India, país importador de crudo, el Grupo Banco Mundial indica que las reformas han fortalecido la confianza y la caída de precios ha reducido vulnerabilidades, por lo que se espera un crecimiento de la economía de 7,5 por ciento en 2015.
A nivel regional, se prevé que el crecimiento de América Latina y el Caribe se reducirá 0,4 por ciento en 2015 debido a los problemas económicos internos, los bajos precios y la caída en la confianza de los inversionistas.
Para el período 2016-2017, el Banco Mundial proyecta que el crecimiento de la región repunte a 2,4 por ciento, en promedio, en la medida en que América del Sur salga de la recesión y el crecimiento de EEUU potencie la actividad en América del Norte y Central y en el Caribe.
Tasas de Interés de EEUU
El despegue de las tasas de interés de Estados Unidos afectará también a las economías emergentes, ya que llevará a un aumento en los costos del endeudamiento de estas naciones y podría desencadenar en la inestabilidad de los mercados.
Según señala el informe, el primer aumento de las tasas de interés que decrete la Reserva Federal de Estados Unidos desde la crisis financiera mundial podría desencadenar la inestabilidad de los mercados y reducir los flujos de capital hacia las economías emergentes en hasta 1,8 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB).
El vicepresidente superior y también economista en jefe del Banco Mundial, Kaushik Basu, indicó que las bases de la economía mundial están cambiando “de manera lenta pero segura”.
Basu citó tres casos para demostrar los cambios económicos. En primer lugar, el caso de China, que ha sorteado los obstáculos y ha desacelerado su crecimiento a 7,1 por ciento. Por otro lado, se refirió al caso de Brasil, que se vio afectado por el escándalo de corrupción de Petrobras, y arrojó un crecimiento negativo. Por último, la India, que lidera el cuadro de crecimiento del grupo.
“El obstáculo más grave que ensombrece este panorama es el eventual despegue de EEUU, (…) podría atenuar los flujos de capital e incrementar los costos del endeudamiento”, agregó.