La Casa Blanca mantiene su llamado a los países productores de petróleo para que "hagan más" para apoyar la recuperación económica mundial, dijo un funcionario mientras los precios del crudo alcanzaban máximos de varios años.
El funcionario de la administración dijo que están vigilando de cerca el costo del petróleo y la gasolina y que están "usando todas las herramientas para hacer frente a las prácticas anticompetitivas en los mercados energéticos estadounidenses y mundiales para garantizar unos mercados energéticos fiables y estables".
Según el funcionario, han planteado la preocupación a un alto nivel con varios miembros de la alianza OPEP+.
El petróleo Brent, un crudo referencial, está en un nivel que no se veía desde 2018, mientras que los precios del crudo en Estados Unidos alcanzaron sus máximos desde 2014.
La demanda mundial ha repuntado más rápido de lo previsto, y los altos precios del gas natural están llevando a algunas naciones a cambiar la generación de energía al petróleo desde el gas.
Mientras tanto, la OPEP+ ha mantenido limitada la oferta desde el inicio de la pandemia. En un momento dado, recortó más de 10 millones de barriles de suministro diario del mercado debido a la débil demanda.
A partir de julio, acordó aumentar la producción en 400.000 barriles diarios para eliminar 5,8 millones de barriles diarios de recortes continuos.
El grupo productor, liderado por Arabia Saudita, se ha mostrado cauto ante los posteriores brotes de coronavirus que socavan la demanda y atentan contra las finanzas de los miembros, que se benefician de los precios más altos.
La producción de petróleo de Estados Unidos, que alcanzó un máximo de cerca de 13 millones de barriles diarios a finales de 2019, sigue estando muy por debajo de ese nivel a pesar de que la demanda diaria de combustible ha repuntado hasta los niveles anteriores a la pandemia.