Chevron Corp, por voz de su CEO Mike Wirth, afirmó que no observa señales claras de una recesión estadounidense en el horizonte, pese a la caída en los precios del petróleo y la incertidumbre económica. En una entrevista con CNBC, Wirth enfatizó que aunque el crecimiento podría estar desacelerándose, los indicadores principales aún no apuntan a una contracción.
Los precios del petróleo han caído por debajo de $64 por barril en las últimas semanas, generando dudas sobre un debilitamiento de la demanda. Wirth atribuyó la debilidad actual del mercado a una combinación de expectativas modestas de demanda y aumentos de suministro más rápidos de lo previsto por parte de OPEC+ y productores fuera de la OPEC.
Wirth señaló que el entorno actual de precios refleja más el sentimiento que los datos, sugiriendo que las expectativas del mercado podrían estar adelantándose a la evidencia real de debilidad económica. A pesar de esto, Chevron mantiene su disciplina de capital y espera entre $9-10 mil millones de flujo de caja libre incremental en los próximos dos años, dependiendo de los precios del petróleo.
Cuando se le preguntó si la caída de precios podría afectar el gasto de capital de Chevron, Wirth indicó que los planes de la compañía se guían por fundamentos a largo plazo, no por movimientos de mercado a corto plazo. Añadió que el balance de Chevron sigue siendo sólido, y la empresa redujo sus gastos de capital antes de 2025 como parte de una iniciativa de eficiencia.
Wirth mencionó que hay señales de que el crecimiento se está suavizando, pero Chevron no interpreta el comportamiento reciente del mercado como indicativo de una recesión inminente. Enfatizó el modelo de inversión de ciclo largo de la compañía, señalando que los proyectos energéticos típicamente abarcan décadas y no se revisan basándose en fluctuaciones semanales de precios.
Chevron también ha estado navegando desafíos geopolíticos, incluyendo una reciente orden estadounidense de detener las ventas de crudo desde Venezuela para mayo. Wirth dijo que la compañía está trabajando estrechamente con funcionarios estadounidenses para entender los objetivos de política y está enfocada en mantener una presencia estratégica en el país.
Sobre la política energética estadounidense, Wirth describió el compromiso reciente del gobierno como constructivo y elogió el apoyo de la administración a la infraestructura energética nacional. Indicó que el gas natural estadounidense será crucial para apoyar sectores como la IA y centros de datos, y que la política energética actual respalda el crecimiento, la seguridad y la reducción de emisiones.
Cuando se le preguntó si las tensiones arancelarias globales están afectando directamente a Chevron, Wirth dijo que el sector energético ha estado mayormente exento, aunque reconoció posibles efectos indirectos a través de un crecimiento global más lento. Calificó las implicaciones macroeconómicas de la política comercial como más significativas que cualquier impacto directo en las operaciones o cadenas de suministro de Chevron.
Wirth concluyó que aunque los ciclos políticos y económicos pueden introducir volatilidad a corto plazo, la estrategia de Chevron sigue basada en inversión a largo plazo y fundamentos de oferta-demanda. La compañía, señaló, ha resistido muchos de estos ciclos en su historia y mantiene una posición de resiliencia.