El petróleo bajaba presionado por la preocupación por la desaceleración de la demanda en China, aunque la inquietud por la escasa oferta mundial y el agravamiento de la crisis de Ucrania mantenían el barril de crudo Brent por encima de los 111 dólares.
La economía china se desaceleró en marzo, al verse afectados el consumo, el sector inmobiliario y las exportaciones, lo que restó brillo a las cifras de crecimiento del primer trimestre, mejores de lo esperado, y empeoró unas perspectivas ya debilitadas por las restricciones por el COVID-19 y la guerra en Ucrania.
A las 1119 GMT, el referencial mundial Brent cedía 16 centavos, o un 0,14 por ciento, a 111,53 dólares el barril, bajando desde su máximo desde el 30 de marzo alcanzado a principios de la sesión, a 113,80 dólares. Por su parte, el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) restaba 39 centavos, o un 0,36 por ciento, a 106,56 dólares.
Los datos también mostraron que China refinó un 2 por ciento menos de petróleo en marzo que el año anterior, y que la producción cayó a su mínimo desde octubre, ya que el alza de los precios del crudo redujo los márgenes y las restricciones a la producción afectaron a la demanda.
El crudo tocó en marzo su cota más elevada desde 2008, con el Brent superando brevemente los 134 dólares, ya que la invasión de Ucrania por parte de Moscú se sumó a la preocupación por el suministro debido a las sanciones impuestas a Rusia y a que los compradores evitaron el petróleo ruso.
Para aumentar la presión sobre la oferta, la Corporación Nacional de Petróleo de Libia declaró fuerza mayor en el puerto petrolero de Zueitina y advirtió de que "una dolorosa ola de cierres" había comenzado a afectar a sus instalaciones. Libia había interrumpido el domingo la producción de su yacimiento petrolífero El Feel.