Los precios del petróleo se estabilizaron cerca de un máximo de dos meses por encima de los 77 dólares el barril y se dirigían a una tercera semana consecutiva de ganancias, respaldados por las interrupciones de la producción mundial y la caída de los inventarios.
A las 1112 GMT, el Brent bajaba 3 centavos, o un 0,04 por ciento, a 77,22 dólares el barril tras escalar a 77,74 dólares, máximo desde el 6 de julio y cerca de su nivel más alto desde octubre de 2018. El West Texas Intermediate cedía 15 centavos, o un 0,2 por ciento, a 73,15 dólares el barril, tras haber cerrado con un alza de 1,5 por ciento en la sesión anterior, el nivel más alto desde principios de agosto.
El repunte se vio ligeramente amortiguado por la primera venta pública de reservas estatales de crudo de China.
El mercado ha sido respaldado en las últimas semanas por importantes interrupciones en la producción estadounidense en la costa del Golfo de México tras el paso del huracán Ida y otras tormentas, interrupciones que podrían durar meses en algunos casos y que han provocado fuertes caídas en los inventarios.
Las refinerías estadounidenses en busca de reemplazos para el crudo del Golfo han recurrido al petróleo iraquí y canadiense, dijeron analistas y operadores.
Algunos miembros de la alianza OPEP+ también han tenido problemas para aumentar el bombeo luego de una inversión insuficiente o retrasos en los trabajos de mantenimiento durante la pandemia que comenzó el año pasado.
Los precios del Brent podrían alcanzar los 80 dólares el barril a fines de septiembre debido a la caída de los inventarios, la menor producción de la OPEP y una demanda más fuerte en Oriente Medio, dijeron analistas de UBS en una nota.