El colapso de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán por la ejecución de un clérigo chií pone fin a las especulaciones de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pueda, de alguna manera, llegar a acuerdos sobre recortes de producción para elevar los precios.
Si hubo algún indicio de que los dos rivales podrían eventualmente superar su animosidad para conseguir un acuerdo para regular la oferta este año, quedó enterrado el lunes luego que Riad rompió relaciones diplomáticas con Teherán por la respuesta de Irán a la ejecución del clérigo chií Nimr al-Nimr en Arabia Saudita.
Varios delegados de la OPEP dijeron a Reuters que ahora no ven posibilidades de una mejora de relaciones entre los miembros del grupo de productores, las cuales han sido muy difíciles en los últimos meses.
"Esta nueva situación simplemente lo hará peor y no veo que se vaya a alcanzar un acuerdo en la OPEP", dijo un representante de un país miembro que no pertenece a la región del Golfo Pérsico, bajo condición de anonimato.
La decisión del mayor exportador del mundo, Arabia Saudita, de defender su cuota de mercado pese a un exceso de oferta ha contribuido a que los precios del crudo hayan caído a su menor nivel en 11 años.
Mientras que está previsto que el levantamiento de sanciones a Irán, tras un acuerdo sobre el futuro de su programa nuclear, incremente la oferta en 2016. El mundo está produciendo 1,5 millones de barriles por día más de los que se consumen, e Irán está prometiendo sumar otro millón de barriles diario en los próximos 12 meses.
La OPEP no consiguió llegar a un acuerdo para limitar su producción en una reunión en Viena el mes pasado, en medio de la animosidad entre Arabia Saudita e Irán, las principales potencias suní y chií de la región del Golfo Pérsico.
"La renovada ola de tensiones entre Arabia Saudita-Irán podría exacerbar la actual disputa por cuota de mercado y crear riesgos bajistas adicionales para los precios de las materias primas", dijeron analistas de Bank of America Merrill Lynch encabezados por Francisco Blanch.