Los inventarios de petróleo de Estados Unidos cayeron drásticamente la semana pasada debido a un aumento en las exportaciones a un máximo de más de dos años, mientras que la producción se acercó a los niveles previos a la pandemia, indicó la Administración de Información de Energía (EIA).
Los inventarios de crudo cayeron en 8 millones de barriles en la semana que terminó el 15 de abril, a 413,7 millones de barriles, en comparación con las expectativas de los analistas en un encuesta de Reuters de un alza de 2,5 millones de barriles.
La lectura fue impulsada por un aumento en las exportaciones, que escalaron a 4,3 millones de barriles por día en la última semana, el mayor volumen desde marzo de 2020, mientras que las importaciones cedieron a un piso desde abril de 2021, reflejando las perspectivas de riesgo para la demanda global de crudo.
Los envíos al exterior compensaron una inyección de 4,7 millones de barriles de las reservas estratégicas de Estados Unidos como parte de los esfuerzos de la Casa Blanca para reducir los precios del combustible.
La producción de Estados Unidos aumentó, alcanzando los 11,9 millones de bpd, su nivel más alto desde mayo de 2020, en momentos en que las compañías petroleras comienzan a reducir el bombeo.
El ritmo de operaciones de las refinerías mejoró en 194.000 bpd la semana pasada, lo que dejó la tasas de utilización de la refinerías con un alza de 1 punto porcentual al 91% de la capacidad total.
Las existencias de gasolina bajaron en 761.000 barriles en la semana, a 232,4 millones de barriles.
Las reservas de destilados, que incluyen diésel y combustible para calefacción, cayeron en 2,7 millones de barriles a 108,7 millones de barriles, alcanzando niveles no vistos desde mayo de 2008.
