El crudo Brent bajó 3,26 dólares, o un 3,5%, a 90,84 dólares el barril. El crudo estadounidense West Texas Intermediate cayó 3,38 dólares, o un 3,8%, a 85,10 dólares.
Los principales ferrocarriles y sindicatos estadounidenses llegaron a un acuerdo provisional con la mediación del Gobierno del presidente Joe Biden para evitar una huelga que podría haber afectado al oferta de alimentos y combustible en todo el país.
Los riesgos a la baja siguen dominando las perspectivas económicas mundiales y se espera que algunos países entren en recesión en 2023, pero es demasiado pronto para decir si habrá una situación generalizada en el mundo, dijo el portavoz del FMI, Gerry Rice.
El economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gill, dijo que está preocupado por la "estanflación generalizada", un período de bajo crecimiento y alta inflación, en la economía global, y señaló que el organismo banco había reducido las previsiones para las tres cuartas partes de todos los países.
La Agencia Internacional de la Energía afirmó que el crecimiento de la demanda de petróleo se detendrá en el cuarto trimestre. El dólar se mantenía cerca de los máximos recientes, apoyado por expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos siga endureciendo su política monetaria.
El crudo ha caído sustancialmente tras una subida que lo llevó cerca de sus máximos históricos en marzo, después de que la invasión a Ucrania por parte de Rusia se sumó a la preocupación por la oferta, presionado por las perspectivas de recesión y una demanda más débil.
Los inventarios de crudo de Estados Unidos aumentaron en 2,4 millones de barriles, más de lo esperado, aunque de nuevo impulsados por las liberaciones en curso de la Reserva Estratégica de Petróleo, que forma parte de un programa cuyo fin está previsto para el próximo mes.