Las reservas mundiales de crudo aumentarán el año que viene en medio de un debilitamiento de la demanda y la fortaleza del dólar, afirmaron los ejecutivos de una conferencia petrolera, que añadieron que la OPEP tendrá que recortar la producción si quiere que los precios sigan respaldados.
Los precios del crudo superaron los 100 dólares por barril después de que Rusia, el mayor exportador mundial de crudo y combustibles, invadió Ucrania en febrero. No obstante, los precios se han alejado de sus máximos en casi un 40% ante el temor de que una desaceleración económica debilite la demanda.
Los precios del Brent y del West Texas Intermediate (WTI) tocaron mínimos de ocho meses, cotizando por última vez en torno a los 85 y 78 dólares, respectivamente, lastrados por el fortalecimiento del dólar y la preocupación de que la subida de las tasas de interés lleve a las principales economías a la recesión y reduzca la demanda petrolera.
La OPEP tendría que hacer recortes de petróleo de entre 0,5 y 1 millones de barriles diarios para mantener los precios del Brent por encima de los 90 dólares, dijo Gary Ross, director ejecutivo de Black Gold Investors LLC, que también espera que los inventarios sigan aumentando en el primer trimestre pese a la disminución del bombeo en Rusia.
"Podríamos estar en contango en el primer trimestre si la OPEP no recorta, así que si quieren ver los precios a 90 dólares en su balance, van a tener que recortar", dijo Ross.
Otros coincidieron en que la acumulación de existencias limitará los precios, aunque los temores aumentarán cuando las sanciones europeas entren en vigor el 5 de diciembre.
Un embargo de la Unión Europea sobre el crudo y los productos petrolíferos rusos en los próximos meses también podría restringir los suministros y hacer subir los precios, aunque los países del G7 esperan minimizar la interrupción del suministro aplicando un mecanismo de limitación de precios.
Sin embargo, los refinadores de China, el mayor importador de crudo del mundo, esperan que Pekín libere hasta 15 millones de toneladas de cuotas de exportación de productos petrolíferos para el resto del año, con el fin de apoyar la caída de las exportaciones. Esta medida aumentaría la oferta mundial y reduciría los precios de los combustibles, pero podría apoyar la demanda de crudo de China.