El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó sus pronósticos de crecimiento global por tercera vez en menos de un año, mientras nuevos datos de Pekín mostraban que la economía china se expandió a su menor ritmo en un cuarto de siglo en 2015.
Para respaldar sus previsiones, el FMI citó una brusca desaceleración en el comercio chino y precios flojos de las materias primas que golpean a Brasil y otros mercados emergentes.
El FMI estima que la economía mundial crecerá un 3,4 por ciento en 2016 y un 3,6 por ciento en 2017, en ambos casos 0,2 puntos porcentuales menos que en las proyecciones previas, realizadas en octubre.
Para América Latina y el Caribe, el FMI ahora prevé una recesión leve de 0,3 por ciento este año y una expansión de 1,6 por ciento en 2017, lo que implica rebajas de 1,1 puntos porcentuales y 0,7 puntos respectivamente en sus proyecciones de octubre.
De cara a esta perspectiva global, el Fondo dijo que las autoridades económicas de todos los países deberían considerar formas de impulsar la demanda a corto plazo.
El Panorama Económico Mundial actualizado fue divulgado en momentos en que los mercados financieros sienten el impacto por la desaceleración china y el desplome de los precios del petróleo.
El FMI mantuvo sus pronósticos previos de crecimiento de China de 6,3 por ciento en 2016 y 6,0 por ciento en 2017, que no obstante representan fuertes bajas desde un 6,9 por ciento en 2015 y un 7,3 por ciento en 2014.
China reportó que el crecimiento para 2015 marcó 6,9 por ciento tras un año en el que la segunda mayor economía del mundo soportó enormes salidas de capitales, una depreciación de la moneda y un derrumbe del mercado de acciones.
Los temores acerca del control de Pekín sobre su política económica pasaron al tope de la lista de riesgos de los inversores globales para 2016 tras las bajas de los mercados de acciones chinos y la depreciación del yuan, que generaron preocupaciones de que la economía pueda estar deteriorándose muy rápido.
El fondo dijo que una mayor desaceleración de la demanda en China seguía siendo un riesgo al crecimiento global y que unas importaciones y exportaciones chinas más débiles a lo previsto estaban pesando con fuerza en otros mercados emergentes y exportadores de materias primas.
"No vemos un gran cambio en los cimientos en China frente a lo que vimos hace seis meses, pero los mercados ciertamente están muy inquietos por pequeños eventos allí que encuentran difíciles de interpretar", dijo el consejero económico del FMI Maurice Obstfeld.
Dijo que los mercados financieros globales parecían estar reaccionando en exceso a la caída de los precios del petróleo y el riesgo de un brusco declive en China. Obstfeld sostuvo además que era crucial que China fuera clara sobre su estrategia económica en general, incluyendo su moneda.
El fondo dijo que el panorama de una aceleración de la producción en Estados Unidos estaba disipándose debido a que la fortaleza del dólar pesa en las manufacturas, mientras que los precios más bajos del crudo reducen la inversión en energía.
El FMI ahora proyecta un crecimiento económico de 2,6 por ciento en Estados Unidos para 2016 y 2017.
En Europa, los precios más bajos del crudo ayudarán a respaldar al consumo privado. Por eso, el FMI sumó 0,1 punto porcentual a su pronóstico de crecimiento de la zona euro en 2016, a un 1,7 por ciento, igual que en 2017.