Las ganancias de Royal Dutch Shell por intermediación de petróleo y productos refinados en 2020 se duplicaron respecto al año anterior, a 2.600 millones de dólares, un impulso que compensa la fuerte baja de la demanda de combustible provocada por la pandemia de coronavirus.
Las operaciones de intermediación de crudo de Shell, conocidas internamente como Trading & Supply, representan el 43 por ciento del total de utilidades de la división de productos petroleros, que llegó a 5.995 millones de dólares en 2020.
Las ganancias por intermediación totalizaron 1.300 millones de dólares en 2019, de acuerdo al reporte de la compañía.
La contribución inusualmente elevada de las operaciones de intermediación ayudaron a Shell a sortear uno de los peores años en la historia de la industria, causado por el derrumbe del consumo de combustibles durante la pandemia.
Shell, el mayor operador de energía del mundo, experimentó una baja del 28 por ciento en sus ventas de crudo el año pasado, a 4,71 millones de barriles por día en promedio, indicó el reporte.
La ganancia total del 2020 fue la más baja en al menos dos décadas.
Las compañías aún pueden alcanzar alta rentabilidad en tiempos de baja demanda de materias primas almacenando los productos como el petróleo costa afuera o en tierra.
La vasta capacidad de refinación de Shell, y sus operaciones de intermediación y ventas minoristas, también le permitieron tomar ventaja de fluctuaciones breves en el suministro y demanda en el mundo.