La petrolera rusa Rosneft no pudo vender crudo en una gran licitación en la que exigió el pago por adelantado en rublos, dijeron cinco operadores, lo que significa que tendrá que encontrar la manera de desviar más crudo a compradores en Asia a través de negocios privados.
El fracaso de la licitación pone de manifiesto las crecientes dificultades de la petrolera del Kremlin para vender sus cargamentos, debido a las sanciones occidentales impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania.
Moscú, que califica la invasión como una "operación especial", ha reconocido públicamente que enfrenta a algunos problemas de exportación de petróleo desde marzo debido a las sanciones, pero se ha comprometido a impulsar la cooperación con Asia para desviar algunas ventas de petróleo de Occidente.
Las sanciones occidentales sobre el petróleo ruso forman parte de un esfuerzo más amplio para aislar a Moscú política y económicamente por la invasión, que incluye el debate sobre un embargo de petróleo en toda la UE.
La Unión Europea también aconsejó a sus miembros que no cedieran a la exigencia del presidente ruso Vladimir Putin de pagar con rublos por el gas del monopolio ruso Gazprom.
La UE depende mucho más del gas ruso que del petróleo, y los analistas y economistas han dicho que un embargo total del gas ruso sumiría al continente en una profunda recesión.
Rosneft siguió la semana pasada las órdenes de Putin a Gazprom y solicitó el pago anticipado del 100% y la conversión del pago en rublos para las compras de su petróleo.
Rosneft presentó una oferta para vender 6,5 millones de toneladas de petróleo de los Urales, Siberian Light, Sokol y ESPO Blend cargado en los puertos rusos en mayo-junio, pero hasta el lunes no se había presentado ninguna oferta, dijeron los cinco operadores.
Rosneft no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Fue muy difícil cumplir con las condiciones de la licitación, dijeron los comerciantes, añadiendo que la venta habría sido bastante difícil sin las condiciones actualizadas, ya que la mayoría de las grandes empresas europeas e incluso las empresas comerciales están reduciendo las compras a Rosneft.