La Agencia Internacional de la Energía (IEA) revisó drásticamente a la baja sus previsiones de demanda mundial de petróleo por las consecuencias "significativas" del nuevo coronavirus.
Sus previsiones de demanda para 2020 son ahora de 825.000 barriles al día, 365.000 menos que en su previsión anterior, su nivel más bajo desde 2011.
La IEA prevé además una contracción de la demanda el primer trimestre, por primera vez en más de diez años, en 435.000 barriles al día. Hay que remontarse a 2009, en plena crisis financiera, para encontrar una caída de esta magnitud.
"Las consecuencias de la Covid-19 [el nombre oficial de la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus] para la demanda mundial de petróleo serán significativas", dijo la IEA en su informe mensual sobre el petróleo.
La agencia apunta que hay "una importante ralentización del consumo de petróleo y de la economía China en su conjunto" mientras sigue el impacto mundial de la epidemia.
La IEA, que aconseja a los países desarrollados sobre sus políticas energéticas, apunta que la epidemia de SRAS de 2003 no es comparable con la actual porque China es muy distinta.
En 2003 la demanda de petróleo china era de 5,7 millones de barriles al día y el año pasado fue más del doble, (13,7 mbd).
En 2019, China representaba más de tres cuartas partes del crecimiento de la demanda de petróleo.
"Hoy [China] está en el centro de las cadenas de suministro mundiales y los viajes hacia y desde el país aumentaron enormemente, aumentando así las posibilidades de propagación del virus", apunta la IEA.
La Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) ya revisó a la baja el miércoles su previsión de demanda mundial y subrayó el impacto en China del coronavirus, en particular en los carburantes que se usan para la aviación.