El mundo necesitará muy poco crudo extra de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) este año, ya que el auge de la producción de esquisto en Estados Unidos contrarrestará el declive del suministro de Irán y Venezuela, indicó la Agencia Internacional de Energía (IEA).
La agencia, que coordina las políticas energéticas de las naciones industriales, dijo que la decisión de Washington de poner fin a las exenciones a las sanciones, que permitieron que algunos importadores siguieran comprando crudo iraní, se sumaron al "confuso panorama de suministro".
"No obstante, bajo el punto de vista de la IEA, ha habido señales claras y muy bienvenidas de otros productores de que actuarán para sustituir los barriles de Irán, aunque sea una respuesta gradual a las solicitudes de los consumidores", dijo en su reporte mensual el organismo, con sede en París.
"Ciertamente hay posibilidades de que otros productores aumenten su producción", indicó, agregando que estimó que los miembros de la OPEP produjeron en abril unos 440.000 barriles por día menos que la cifra acordada en un pacto de reducción de suministros.
La IEA señaló, asimismo, que calcula que el crecimiento global de la demanda de crudo será de 1,3 millones de barriles diarios en 2019, o 90.000 menos de lo anteriormente previsto. Según afirmó, el crecimiento de la demanda en 2018 había sido estimado en 1,2 millones de barriles por día.
Según agregó, la demanda petrolera mundial promediará los 100,4 millones de barriles diarios en 2019, superando por vez primera los 100 millones.
El reporte indicó también que el aumento de la producción de países ajenos a la OPEP, sobre todo por parte de Estados Unidos en el segundo trimestre, mantendrá al mercado bien suministrado.