La producción rusa de petróleo caerá 1,4 millones de barriles diarios (bpd) el próximo año tras la entrada en vigor de la prohibición de la Unión Europea de exportar crudo ruso por vía marítima, pronosticó la Agencia Internacional de la Energía.
La medida para privar a Moscú de los ingresos creará más incertidumbre en los mercados del petróleo y aumentará la presión sobre los precios, incluido el del diésel, dijo la agencia de la energía con sede en París en su informe mensual sobre el petróleo.
"Los próximos embargos de la UE a las importaciones rusas de crudo y productos petrolíferos y la prohibición de los servicios marítimos añadirán más presión a los equilibrios mundiales y, en particular, a los mercados de diésel, ya excepcionalmente presionados por la demanda", señaló.
"La propuesta de limitar el precio del petróleo puede ayudar a aliviar las tensiones, pero sigue habiendo un sinfín de incertidumbres y retos logísticos (...) el abanico de incertezas nunca ha sido tan grande".
La UE prohibirá las importaciones de crudo ruso antes del 5 de diciembre y de productos petrolíferos rusos antes del 5 de febrero, lo que privará a Rusia de ingresos petroleros y obligará a uno de los principales productores y exportadores de petróleo del mundo a buscar mercados alternativos.
El 5 de diciembre también entrará en vigor un plan del G7 que permitirá a los proveedores de servicios de transporte marítimo ayudar a exportar petróleo ruso, pero solo a precios bajos.
Las prohibiciones de la UE significan que el bloque tendrá que sustituir 1 millón de bpd de crudo y 1,1 millones de bpd de productos petrolíferos, dijo la IEA, en un momento en que el gasóleo es especialmente escaso y caro, con precios un 70% más altos que hace un año, lo que ha contribuido a la inflación, según la IEA.
"La competencia por los barriles de gasóleo no rusos será feroz, ya que los países de la UE tendrán que pujar por cargamentos de Estados Unidos, Oriente Medio e India lejos de sus mercados tradicionales", señaló la IEA.
La IEA prevé que las sombrías perspectivas económicas harán que el consumo mundial de petróleo se contraiga en casi un cuarto de millón de bpd en el cuarto trimestre de 2022 respecto del año anterior, y que el crecimiento de la demanda se ralentice a 1,6 millones de bpd en 2023 desde 2,1 millones de bpd de este año.
La debilidad de la economía china, la escasez de energía en Europa y la fortaleza del dólar pesan sobre el consumo, según la IEA. Sin embargo, la agencia aumentó ligeramente su previsión de crecimiento de la demanda china para el próximo año en 100.000 bpd, hasta 15,7 millones de bpd.