La Agencia Internacional de la Energía (IEA) mejoró su pronóstico para la demanda de petróleo en 2020, pero advirtió que la propagación de COVID-19 planteaba un riesgo para su perspectiva.
La IEA, con sede en París, elevó su pronóstico a 92,1 millones de barriles diarios, un aumento de 400.000 con respecto a su proyección del mes pasado, citando una disminución menor de lo esperado en el segundo trimestre.
“Si bien el mercado del petróleo ha hecho indudables progresos ... el gran, y en algunos países, acelerado número de casos de COVID-19 es un inquietante recordatorio de que la pandemia no está bajo control y el riesgo para nuestras perspectivas del mercado es casi seguro que sea a la baja”, dijo la IEA en su informe mensual.
La relajación de las medidas de confinamiento en muchos países provocó un fuerte repunte de las entregas de combustible en mayo, junio y probablemente también en julio, indicó la IEA.
Pero la actividad de refino de petróleo en 2020 se prevé que caiga más de lo que la IEA anticipó el mes pasado y que crezca menos en 2021, señaló el organismo.
“Para los refinadores, cualquier beneficio de la mejora de la demanda es probable que se vea compensado por las expectativas de mercados de materias primas mucho más ajustados en el futuro. Los márgenes de las refinerías también se verán desafiados por un importante exceso de existencias de productos en el muy débil segundo trimestre de 2020”, añadió la IEA.