Rusia siguió siendo el mayor proveedor de petróleo de China en enero, con un aumento interanual del 25 por ciento en las importaciones que le mantuvo por delante de su rival Arabia Saudita, según mostraron datos aduaneros chinos.
Las importaciones desde Rusia -principal suministrador de China en los tres últimos años- fueron de 6,97 millones de toneladas, o 1,64 millones de barriles por día, el mes pasado, comparadas con 1,31 millones de enero de 2018, y 1,66 millones de barriles diarios en diciembre, según cálculos de Reuters basados en datos de la Administración General de Aduanas.
Arabia Saudita entregó 5,76 millones de toneladas, o 1,36 millones de barriles diarios, en enero, un alza del 34,2 por ciento en comparación con un año antes.
El gigante estatal saudí Aramco firmó acuerdos preliminares en Pekín la semana pasada para invertir en dos refinerías, en un intento por recuperar cuota de mercado perdida en el mayor importador de crudo del mundo.
Los envíos desde Venezuela fueron de 1,74 millones de toneladas, o 409.260 barriles diarios por encima de los 1,153 millones de toneladas en diciembre.
Estados Unidos empezó a aplicar nuevas sanciones sobre Venezuela en enero, con el objetivo de cortar los ingresos petroleros y obligar al presidente Nicolás Maduro a dimitir.
Las importaciones desde Irán fueron de 1,6 millones de toneladas, o 377.038 barriles de crudo por día, frente a los 504.000 de diciembre. Esa cifra se compara con los 360.000 barriles diarios permitidos bajo la exención de sanciones aprobada por Estados Unidos, que dura hasta mayo.
Los cargamentos de crudo estadounidense con dirección a China, que se han visto afectados por una guerra comercial entre ambos países, se redujeron a cero por segundo mes consecutivo. Las importaciones para 2018 habían subido un 24,8 por ciento desde 2017, a 245.616 barriles diarios.