La cadena productiva de hidrocarburos se manifestó nuevamente a favor de establecer un precio sostén al petróleo que se comercializa en el país, un mecanismo conocido con el nombre de "barril criollo", para hacer frente al derrumbe del precio y la demanda del crudo internacional.
En ese marco también surgieron voces en disidencia que salieron a alertar que la medida no solucionará los problemas que presenta el actual estado de excepción.
El tema en discusión desde principios de marzo se reactivó en las últimas jornadas luego de que el precio internacional del crudo enfrentara fuertes oscilaciones y tocara mínimos históricos de cotización, tanto en la variedad WTI que rige al mercado de Estados Unidos, como el crudo Brent que es la referencia a nivel local.
Así, volvió a ser planteado por el ministro de Energía de Neuquén, Alejandro Monteiro, quien respaldó que se fije un precio sostén del barril de petróleo debido a la baja de la cotización y la caída de la demanda mundial de hidrocarburos en el marco de la pandemia de coronavirus.
Monteiro, al participar en una videoconferencia organizada por la Federación de Cámaras del sector Energético de Neuquén (Fecene), destacó que "el precio sostén de petróleo pretende mantener la actividad porque es una herramienta que va a permitir a las empresas productoras y de ahí al resto de la cadena de valor, contar con una expectativa de ingresos que hoy no tiene".
"Un aspecto que se ha planteado en las gestiones con la Nación es que se debe priorizar la cadena de valor regional por sobre todas las cosas y el sostenimiento del empleo", aseguró el funcionario neuquino .
En ese mismo sentido, el presidente de la Cámara Empresarial Industrial de Petróleo y Afines de Neuquén, Cristian Bergese, aseguró que las cámaras empresarias, de Neuquén, Mendoza, Río Negro, Chubut y Santa Cruz están "más que de acuerdo con la implementación de un precio sostén".
"Estamos de acuerdo en un barril criollo atado a ciertas obligaciones a cumplir como el desarrollo de empresas regionales, el mantenimiento de empleo y el recupero de la actividad", aclaró Bergese en diálogo con Télam tras el encuentro virtual al que se sumaron funcionarios y legisladores de las provincias productoras de hidrocarburos.
Si bien la discusión que se lleva adelante dentro de la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo tiene el respaldo casi unánime de la cadena productiva, desde la provincia de Buenos Aires se escucharon voces en disidencia, a través del titular de la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustible (FASiPeGyBio), Pedro Milla.
Milla consideró que si se decide establecer en 45 dólares el valor de referencia para el barril doméstico habrá un "impacto directo en las refinerías y en los puestos de trabajo".
En declaraciones formuladas a Télam, el dirigente analizó que "un barril criollo en 45 dólares, ese precio sostén, que se convertiría en un precio exuberante teniendo en cuenta la situación mundial, beneficiaría solamente al sector de las empresas integradas. Esto dejaría por fuera a las refinerías, que abundan en la provincia de Buenos Aires, aumentando la pérdida de puestos de trabajo".
Por su parte, el presidente de la Confederación de Entidades Comercializadoras de Hidrocarburos y Afines (Cecha), Gabriel Bornoromi, expresó que el sector también "está a favor de un barril criollo".
Un precio sostén del crudo es "una solución para conservar todos los puestos de trabajo de la industria del petróleo y para que cuando esta coyuntura pase exista la posibilidad de exportar y ser autosuficientes, pero las estaciones de servicio deben ser tenidas en cuenta en estas definiciones".