De Perú a Brasil, una serie de interrupciones no planeadas en puertos y oleoductos y mantenimientos necesarios en yacimientos petroleros están afectando la producción global, reduciendo inesperadamente un histórico superávit de suministros.
Aunque las interrupciones son pequeñas individualmente, en conjunto están ayudando a reducir un superávit sin precedentes de suministros estimado en 1,5 millones de barriles de crudo por día en la primera mitad del 2016.
Aunque serían breves, podrían presagiar un declive mayor y más duradero en la producción en una región que, debido a su dependencia de las exportaciones de crudo, es particularmente vulnerable a los efectos nocivos de precios por debajo de 40 dólares por barril.
"Latinoamérica está entre las regiones petroleras más vulnerables del mundo en este momento", dijo Robert Campbell de Energy Aspects. "Esperamos un caída en las exportaciones de al menos 100.000 barriles diarios en el segundo trimestre y posiblemente de hasta 200.000 frente al mismo periodo del 2015", agregó.
Venezuela, el mayor exportador en una región que produce casi una décima parte del petróleoglobal, ha sido afectada por vender sus barriles casi a precios de equilibrio, pese a que fallas en los equipos han perjudicado la mejora de su crudo y retrasado los envíos y descargas en su terminal principal.
En marzo, las exportaciones de crudo de la estatal PDVSA desde Venezuela y Curacao, incluyendo petróleo y diluyentes que fueron vendidos de nuevo como mezclas, declinaron casi 300.000 barriles por día desde el año pasado, a 1,64 millones, según datos preliminares de Thomson Reuters Trade Flows.
En tanto, Energy Aspects ha previsto una caída en la producción en algunos yacimientos brasileños, lo que mantendría estables las exportaciones, mientras algunos proyectos de mantenimiento concluyen luego de que Petrobras y operadores privados postergaran algunos de ellos en 2015.