Irán indicó que Washington había accedido a eliminar todas las sanciones sobre su petróleo y transporte marítimo, pero Alemania advirtió que siguen existiendo problemas importantes en las conversaciones entre la República Islámica y las potencias mundiales para revivir el acuerdo nuclear de 2015.
Las declaraciones del jefe de gabinete del presidente saliente Hassan Rouhani están en línea con las afirmaciones previas de funcionarios del mandatario, que consideran que Washington está dispuesto a hacer concesiones importantes en las conversaciones que se celebran desde abril en Viena.
El diálogo se interrumpió el domingo para hacer una pausa, dos días después de que Irán celebrara unas elecciones presidenciales en las que ganó el candidato de la línea dura Ebrahim Raisi, jefe del poder judicial iraní, que está en la lista negra de Estados Unidos. Raisi debe sustituir a Rouhani en agosto.
"Se ha alcanzado un acuerdo para eliminar todas las sanciones en materia de seguros, petróleo y transporte marítimo que fueron impuestas por (el expresidente de Estados Unidos Donald) Trump", dijo el jefe de gabinete presidencial, Mahmoud Vaezi, según declaraciones recogidas en medios estatales de Irán.
"Unas 1.040 sanciones de la era Trump se levantarán con el acuerdo. También se acordó levantar algunas sanciones a individuos y miembros del círculo íntimo del líder supremo", agregó.
Al igual que otros negociadores occidentales e iraníes que han dicho que las conversaciones siguen estando muy lejos de su conclusión, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, dijo el miércoles que Teherán y las potencias todavía tenían que superar importantes obstáculos.
"Estamos avanzando, pero todavía quedan cuestiones pendientes", sostuvo Maas en una rueda de prensa conjunta con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
Maas dijo que se puede lograr un acuerdo incluso después de la elección de Raisi, un crítico implacable de Occidente.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo el domingo que aún queda "una buena distancia por recorrer", incluso en lo que respecta a las sanciones y a los compromisos nucleares que debe asumir Irán.
Irán aceptó en 2015 frenar su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales. Trump abandonó el acuerdo tres años después y volvió a imponer sanciones, y Teherán respondió incumpliendo algunos de los límites nucleares que había aceptado con el pacto.
El Gobierno del presidente Joe Biden pretende restablecer el pacto, pero las partes no están de acuerdo sobre qué pasos hay que dar y cuándo.
Tanto los representantes iraníes como los occidentales afirman que es poco probable que el ascenso de Raisi altere la posición negociadora de Irán, ya que, en cualquier caso, el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, tiene la última palabra en todas las cuestiones políticas importantes.
Sin embargo, algunas fuentes iraníes han sugerido que Teherán podría preferir un acuerdo antes de que Raisi tome posesión de su cargo para que el nuevo presidente haga borrón y cuenta nueva.