El presidente brasileño Jair Bolsonaro aseguró que le gustaría ver al país sudamericano en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), una medida que implicaría una de las incorporaciones más significativas al cartel en años.
La OPEP agrupa al principal exportador de crudo del mundo, Arabia Saudita, y a otros 13 países y desde el 2017 lleva adelante un acuerdo con miembros fuera del bloque -que no incluyen a Brasil- para restringir los suministros en el mercado y apuntalar los precios del barril.
"Personalmente, me gustaría mucho que Brasil se convirtiera en miembro de la OPEP", dijo Bolsonaro en una conferencia de inversión en Riad.
Brasil sería el productor de crudo más significativo en años en sumarse a la OPEP, fundada en 1960. Su actual volumen de bombeo lo convertiría en el tercer país con mayor producción en el bloque, muy por encima de miembros que recientemente se integraron como Congo y Guinea Ecuatorial.
El presidente brasileño dijo que tendría consultar con sus ministros de Economía y Energía sobre el asunto para determinar si es posible impulsar un proceso de este tipo.
La producción de crudo ha subido rápidamente en Brasil gracias a sus yacimientos mar adentro. El bombeo avanzó en 220.000 barriles por día en agosto, a un récord de 3,1 millones de barriles diarios, de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía (IEA).
Esto convertiría a Brasil como el tercer mayor productor de la OPEP, en caso de sumarse, por detrás de Arabia Saudita e Irak.