Japón instará a los productores mundiales de petróleo a que aumenten la producción y adopten medidas para amortiguar el golpe a las industrias afectadas por el reciente aumento de los costes de la energía, declaró el primer ministro Fumio Kishida.
El mandatario japonés dijo que ha dado instrucciones a su gabinete para que tome "las medidas necesarias de forma flexible" para aliviar el efecto del aumento de los precios del petróleo, lo que pone de manifiesto la creciente preocupación de los dirigentes por el posible daño a la frágil recuperación económica de Japón.
"Estamos observando de cerca el impacto de los movimientos de los precios del petróleo en la industria nacional y en los medios de vida de la gente", dijo Kishida a los periodistas.
La inflación mundial de productos básicos y la debilidad del yen han hecho subir el coste de las importaciones de materias primas para las empresas japonesas, que importan prácticamente la totalidad de sus necesidades energéticas.
El aumento de los costes ha agravado los problemas de la tercera economía mundial, que ha visto cómo las exportaciones y la producción se han visto afectadas por las interrupciones de la cadena de suministro en Asia.
La inflación subyacente de los consumidores japoneses sigue estancada en torno a cero, ya que las empresas se resisten a repercutir el aumento de los costes en los hogares debido a la debilidad del consumo.
Sin embargo, los precios de los alimentos y la gasolina están subiendo antes de las elecciones a la cámara baja del próximo 31 de octubre, lo que aumenta los retos para que Kishida cumpla su promesa de revitalizar la economía y distribuir más riqueza entre los hogares. Los precios de la gasolina han alcanzado su nivel más alto en 7 años.