Se trata del segundo superávit en 13 años, ya que el anterior se obtuvo en el contexto de la pandemia, a mitad de 2020. "El fuerte incremento productivo de Vaca Muerta ha colaborado en el abastecimiento nacional de energía, recortando la necesidad de importaciones al tiempo que también dio un gran impulso exportador", explicó el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Vaca Muerta es la gigantesca formación de hidrocarburos no convencionales de Argentina, que tiene epicentro en la provincia de Neuquén (suroeste), y es la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo.
Según el informe, las exportaciones de energía en Argentina crecieron 29 %, hasta los 4.622 millones de dólares (unos 4.251 millones de euros), y las importaciones se desplomaron 54 %, hasta los 2.186 millones de dólares, en la primera mitad de 2024. La canasta exportadora energética de Argentina se compone de petróleo crudo (55 % del valor exportado en lo que va de 2024), combustibles (11 %), gas (16 %) y combustibles para buques y aeronaves (17 %); en tanto la formidable caída de las importaciones se ha registrado en casi todos los rubros: gasoil (-60 %) y gas y de la energía eléctrica (-57 %).
La Bolsa de Comercio de Rosario proyecta una balanza energética superavitaria de unos 4.600 millones de dólares al cierre de 2024.
En la primera mitad del año, la producción petrolera argentina creció 8,1 % respecto al mismo período de 2023 y tocó un máximo de 20 millones de metros cúbicos que no se veía en dos décadas, y, según el informe, superará los 40 millones de metros cúbicos este año, un volúmen que no alcanzaba desde 2004.
En 2014, la producción de 'shale oil' implicaba el 2,9 % de la producción argentina de petróleo, y en lo que va de 2024 representa el 53 % de la producción petrolera.
La producción de gas creció 5,2 % interanual en la primera mitad de 2024 -a 25.100 millones de metros cúbicos- y la perspectiva es que la producción gasífera argentina rompa este año la barrera de los 51.000 millones de metros cúbicos, un volumen productivo que no se alcanza desde 2006.