La producción de petróleo en Estados Unidos será aún mayor de lo previsto en los próximos años, indicó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en un informe en el que también anticipa un crecimiento neto de la demanda mundial de crudo a largo plazo.
La oferta mundial de hidrocarburos líquidos (petróleo, gas natural licuado, etc.) pasará de 98,4 millones de barriles diarios este año a 104,7 en 2023, y alcanzará los 111,9 millones de barriles diarios en 2040, según el informe prospectivo anual del grupo petrolero.
Estas cifras son ligeramente superiores a las publicadas por el cártel el año pasado, y la diferencia se debe al dinamismo esperado en la producción de oro negro en los países no miembros del mismo, especialmente en Estados Unidos.
Se espera que la oferta de los países que no pertenecen a la OPEP aumente de 8,6 millones de barriles por día a 66,1 entre 2017 y 2023, impulsado por la mayor demanda y los precios más elevados del petróleo, detalla el informe.
No obstante, la producción de estos países puede alcanzar un máximo al final de la década de 2020, lo que permitirá que el crudo bombeado en los países del cártel -que habrá tenido una tendencia a la baja a medio plazo- vuelva a dispararse al alza.
Por el flanco de la demanda de petróleo, la OPEP prevé que va a seguir creciendo a nivel mundial, a pesar del impulso de los vehículos eléctricos y las políticas de transición energética.
Así, saltará de 97,2 millones de barriles diarios este año a 104,5 en 2023, y a 111,7 en 2040, un nivel algo superior a lo anticipado el año pasado.
Pero el ritmo de crecimiento de la demanda se ralentizará mucho entre 2035 y 2040, debido al desarrollo de los vehículos eléctricos y los esfuerzos en materia de eficacia energética.
Por otra parte, el cártel ve que la evolución será muy diferente según las regiones del mundo. La sed de oro negro de los países emergentes aumentará con fuerza, al tiempo que su crecimiento demográfico, la expansión de su clase media y su economía.
Por el contrario, desde el inicio de los años 2020, la demanda de petróleo de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) caerá.
En cualquier caso, para 2040, el petróleo seguirá siendo la primera energía consumida, por delante del gas y el carbón.