Las tensiones entre Irán y Estados Unidos podrían poner en peligro el suministro del petróleo que circula por estrecho de Ormuz y disminuir además la producción en Irak, apuntan los analistas.
Tras la muerte en Irak el pasado viernes del general iraní Qasem Soleimani, fallecido en el ataque de un drone estadounidense, los precios del petróleo se dispararon aunque luego se estabilizaron porque el suministro en Oriente Medio no ha vito afectado por el momento.
Sin embargo, los precios volvieron a subir después de que Irán lanzara un ataque de represalia con misiles contra bases en Irak donde hay tropas estadounidenses y británicas, confirmaron autoridades en Washington y Teherán.
El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, aseguró estar preocupado por la "información de víctimas". Pero según su homólogo iraní, Mohammad Javad Zarif, el país no quiere "ni una escalada ni una guerra".
Los inversores temen que Teherán intente bloquear el estrecho de Ormuz, un punto de paso clave por donde circulan los petroleros.
Este estrecho, uno de los más congestionados del mundo, es crucial porque permite llevar el petróleo de la región a mercados en Asia, Europa y América del Norte.
"Las interrupciones del suministro están ahora en lo alto de la agenda agenda de los inversores", dijo Mihir Kapadia, presidente de Sun Global Investments.
En 2018 transitaron por ahí unos 21 millones de barriles al día.
El estrecho ya se vio afectado el año pasado por una serie de ataques contra petroleros que Estados Unidos y y sus aliados atribuyen a Irán, que lo niega.