La OPEP y sus aliados acordaron mantener su actual política de alzas mensuales de la producción de petróleo, a pesar del temor a que la liberación de reservas de crudo en Estados Unidos y la nueva variante del coronavirus provoquen una nueva caída de los precios.
El Brent bajaba más de un dólar tras conocerse el acuerdo, cotizando por debajo de los 70 dólares el barril, muy lejos de los máximos de tres años de octubre, que superaron los 86 dólares. Los precios ya habían sufrido en noviembre su mayor caída mensual desde el inicio de la pandemia.
En virtud de su pacto actual, la OPEP+ acordó aumentar la producción en 400.000 barriles por día (bpd) cada mes, poniendo fin a recortes récord acordados en 2020, cuando la demanda se desplomó a causa de la pandemia.
El acuerdo de atenerse a ese pacto y de añadir 400.000 bpd en enero, confirmado por un borrador del comunicado de la OPEP+ y por fuentes del grupo, hizo que los precios cayeran por debajo de los 67 dólares por barril antes de recuperar algo de terreno.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, conocidos como OPEP+, se han resistido a las peticiones de Estados Unidos de acelerar el aumento de la producción de petróleo para ayudar a la economía mundial, temiendo que el exceso de oferta pueda perjudicar la frágil recuperación del sector energético.
Washington ha pedido repetidamente a la OPEP que bombee más, cuando los precios de la gasolina en Estados Unidos se han disparado y los índices de aprobación del presidente Joe Biden caen.
Antes de la reunión, fuentes dijeron que las incertidumbres del mercado habían llevado al grupo a considerar opciones como la pausa del aumento previsto para enero o el incremento de la producción en una cantidad menor.
Incluso antes de que surgiera la preocupación por la variante ómicron, la OPEP+ había estado sopesando los efectos del anuncio realizado la semana pasada por Estados Unidos y otros grandes consumidores de que liberarían reservas de crudo de emergencia para moderar los precios de la energía.
Cualquier decisión de aumentar la producción menos de 400.000 bpd en enero o incluso de recortar los suministros habría puesto a la OPEP en una confrontación con Washington, cuando las relaciones entre Estados Unidos y el líder de la OPEP, Arabia Saudí, son tibias.
Los expertos de la OPEP+ dijeron en un informe, visto por Reuters el miércoles, que el impacto de ómicron aún no estaba claro, pero que muchos países estaban introduciendo confinamientos y otras restricciones.
El Gobierno de Biden aún podría ajustar el calendario de cualquier liberación de reservas si los precios caen sustancialmente, dijo el miércoles el subsecretario de Energía de Estados Unidos, David Turk.
El año pasado, la OPEP+ había llevado a cabo un recorte récord de la producción de 10 millones de bpd, equivalente a cerca del 10 por ciento de la oferta mundial. Desde entonces se ha reducido a unos 3,8 millones de bpd.
Sin embargo, la OPEP+ ha incumplido regularmente sus objetivos de producción, produciendo unos 700.000 bpd menos de lo previsto tanto en septiembre como en octubre, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA).