Un fracaso en la implementación del acuerdo alcanzado en Argelia para recortar la producción de crudo tendría consecuencias negativas para una industria petrolera aún frágil, advirtió el secretario general de la Organización Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
"Sigo confiado en que el mensaje ha calado, que las consecuencias son claras y la experiencia de los dos últimos años ha sido anotada", afirmó Mohammed Barkindo en la Exhibición y Conferencia Internacional del Petróleo de Abu Dabi (ADIPEC).
"Si no implementamos el acuerdo de Argel por completo y a tiempo, habrá consecuencias negativas a la ya frágil situación de la industria", agregó.
Los precios del crudo se han desplomado más de la mitad en los dos últimos años, empujados a la baja por un exceso de suministro global y afectando a los presupuestos de los mayores productores.
Desde que se anunció la intención de reducir el bombeo a un rango de entre 32,5 y 33 millones de barriles por día tras el encuentro de Argel, comenzó a crecer la discordia entre los principales miembros de la OPEP.
Libia, Nigeria, Irak e Irán exigen ser eximidos de cualquier reducción mientras recuperan su cuota de mercado perdida por conflictos civiles y, en el caso de Teherán, por las sanciones internacionales impuestas por su programa nuclear.
No obstante, Barkindo comentó a la agencia Reuters que Irán le aseguró que se ceñirá al acuerdo: "La República Islámica de Irán jugó un papel clave en el consenso que produjo el acuerdo de Argel".
"Las principales autoridades de Teherán me han dicho personalmente que Irán está comprometido con la implementación de la decisión que adoptaron conjuntamente con otros países miembros en Argel, y yo estoy satisfecho con eso", señaló.