La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se dispone a suspender la reunión que tenía previsto celebrar en abril y decidirá si extiende sus recortes de producción en junio, cuando el mercado podrá evaluar el impacto total de las sanciones estadounidenses a Irán y la crisis de Venezuela.
Un panel integrado por ministros del cártel y sus aliados recomendó la cancelación de la reunión extraordinaria prevista para el 17 y 18 de abril, lo que significa que el próximo encuentro regular se celebraría el 25 y 26 de junio.
El ministro de Energía de Arabia Saudita, líder de facto de la OPEP, dijo durante el fin de semana que parece que el mercado tendrá exceso de suministro hasta fines de año, pero que abril sería demasiado pronto para adoptar cualquier decisión sobre la política de producción.
"El consenso que escuchamos (...) es que abril será prematuro para tomar una decisión sobre la producción en la segunda mitad", dijo el lunes el ministro saudí, Khalid al-Falih.
"Mientras los niveles de los inventarios sigan subiendo y estemos lejos de los niveles normales, seguiremos en este camino, guiando al mercado hacia el equilibrio", agregó.
Estados Unidos ha estado aumentando sus exportaciones de crudo en los últimos meses, mientras impone sanciones a integrantes de la OPEP como Venezuela e Irán en un intento por reducir los envíos de ambos países a los mercados globales.
Las políticas de Washington han generado un nuevo nivel de complicación para la OPEP mientras intenta predecir el panorama global de la oferta y la demanda.
"No estamos bajo ninguna presión, excepto la del mercado", dijo Falih a la prensa antes de la reunión del Comité Ministerial Conjunto de Supervisión (JMMC, por sus siglas en inglés) en la capital de Azerbaiyán, Bakú, tras ser preguntado acerca de si estaba siendo presionado por Washington para elevar el bombeo.
Los niveles de los inventarios y las inversiones petroleras son los dos factores principales que guían la acción de la OPEP, señaló Falih, agregando que las estimaciones de la industria petrolera muestran que se necesitarán 11 billones de dólares en inversiones en las dos próximas décadas para cumplir con el crecimiento de la demanda.