La OPEP y sus aliados se ceñirán probablemente a su política actual de aumentar la producción pese a evaluar otras opciones, dijeron fuentes, en medio de grandes oscilaciones en los precios del crudo, una liberación de reservas petroleras y temores por una nueva variante del coronavirus.
El precio del crudo Brent ronda los 70 dólares el barril, por debajo de los máximos de tres años tocados en octubre por encima de los 86 dólares. Los precios registraron en noviembre su mayor caída mensual desde el inicio de la pandemia, ya que la variante ómicron generó temores de un exceso.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, un grupo conocido como OPEP+, se ha resistido a las solicitudes de Estados Unidos de alzas más rápidas del bombeo para ayudar a la economía mundial, por temor a que un exceso de oferta dañe la frágil recuperación del sector energético.
Según el pacto existente, la OPEP+ acordó aumentar la producción en 400.000 barriles por día (bpd) cada mes, reduciendo los recortes récord acordados en 2020 cuando la demanda se desplomó debido a la pandemia.
Sin embargo, las incertidumbres del mercado han llevado al grupo a considerar varias opciones. Fuentes dijeron que las discusiones podrían incluir detener el aumento planeado para enero o aumentar la producción en aproximadamente 200.000 barriles diarios el próximo mes en lugar de los 400.000 pactados.
No obstante, dos fuentes de alto nivel dijeron que el resultado más probable es que el grupo mantenga su aumento de 400.000 barriles por día, aunque algunos han tenido problemas para subir la producción lo suficientemente rápido como para alcanzar el objetivo mensual.
Rusia y Arabia Saudita, los mayores productores de la OPEP+, habían dicho antes de las conversaciones de esta semana -que comenzaron con una reunión en línea de la OPEP el miércoles- que no había necesidad de una reacción instintiva para modificar la política.
Expertos de la OPEP+ dijeron en un informe visto por Reuters el miércoles que el impacto de ómicron no está claro aún, pese a que muchos países estaban aprobando confinamientos y otras restricciones.
Incluso antes de que surgieran las preocupaciones sobre ómicron, la OPEP+ había estado sopesando los efectos del anuncio de la semana pasada de Estados Unidos y otros grandes consumidores de que liberarían reservas de crudo de emergencia para moderar los precios de la energía.
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, podría ajustar el momento de cualquier liberación si los precios caen sustancialmente, dijo el miércoles a Reuters el subsecretario de Energía, David Turk.
La OPEP+ pronosticó un superávit de 3 millones de barriles por día en el primer trimestre de 2022 tras la liberación de reservas, frente al superávit de 2,3 millones estimado con anterioridad.
El año pasado, la OPEP+ realizó recortes récord de producción de 10 millones de barriles diarios, equivalentes a cerca del 10 por ciento de la oferta mundial. Desde entonces, se ha reducido a unos 3,8 millones de barriles diarios.
Sin embargo, la OPEP+ ha fracasado regularmente en cumplir sus objetivos de bombeo, al producir unos 700.000 barriles por día menos de lo planeado tanto en septiembre como en octubre, según la Agencia Internacional de Energía (IEA).