Arabia Saudita está bajo una presión cada vez mayor de sus socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo por un recorte la producción del grupo para apuntalar los precios en su reunión de esta semana, en medio de uno de los excedentes globales de petróleo más graves en la historia.
Se espera ampliamente que la OPEP mantenga sus actuales políticas -impuestas hace un año por el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Ali al-Naimi- de defender su participación de mercado mediante el bombeo de volúmenes récord de crudo.
Pero si bien los saudíes pueden declarar una victoria parcial sobre el auge del petróleo de esquisto en Estados Unidos, la producción del principal rival fuera de la OPEP, Rusia, se ha mantenido sorpresivamente robusta y miembros de la organización, como Irak e Irán, sumarán más barriles.
Las reservas mundiales de petróleo están en un máximo histórico, según la Agencia Internacional de Energía.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que su país, que tradicionalmente ha defendido los precios del barril en la OPEP, presionará por un recorte de la producción de un 5 por ciento cuando el grupo se reúna el viernes. La OPEP bombea actualmente unos 1,7 millones de barriles por día por encima de sus cuotas establecidas.
"Nuestro ministro (de Petróleo y Minería) Eulogio del Pino presentará una propuesta muy clara de respetar los techos de producción y (...) evaluar una reducción del 5 por ciento de la producción", dijo Maduro. "Ha llegado la hora de poner en orden al mercado del petróleo", agregó.
Irán también ha pedido a los miembros de la OPEP que respeten el límite de las cuotas de producción de 30 millones de barriles de crudo por día, ya que desea que la organización esté preparada para dar cabida a sus nuevos volúmenes tan pronto como Occidente levante las sanciones en su contra el año que viene.