Altos funcionarios de la OPEP y la industria petrolera rusa avivaron especulaciones sobre una posible acción conjunta para remediar una de las peores situaciones de exceso de oferta de crudo en décadas, aunque Arabia Saudita mostró estar decidida a que el mercado se equilibre por si solo.
La última serie de comentarios remarca la creciente presión que el barril de petróleo a 30 dólares tiene sobre países como Rusia, aunque no parece ser un paso real hacia una acción concertada para revertir el derrumbe de los precios, una idea repetidamente mencionada y descartada el último año.
El secretario general de la OPEP, Abdullah al-Badri, dijo en Londres que otros productores podrían trabajar junto a la organización respecto al exceso de suministros para que los precios se recuperen, básicamente reiterando la postura de que el cartel consideraría recortar el bombeo si otros hacen lo mismo.
Rusia, visto por muchos como el principal obstáculo para un acuerdo, se ha negado a cooperar hasta ahora pese a que el barril a 30 dólares es mucho menos que lo que necesita para equilibrar su presupuesto.
Pero por la devaluación del rublo y con elecciones a la vista, el Kremlin está presionado para proteger sus ingresos y evitar el descontento popular.
"En mi opinión, si se toma la decisión política (de recortar suministros para sostener los precios), Rusia debería trabajar junto a la OPEP para reducir el suministro al mercado (...) Es mejor vender un barril de crudo a 50 dólares que dos a 30", dijo a la agencia de noticias TASS Leonid Fedun, vicepresidente de Lukoil, la segunda más grande productora de petróleo de Rusia.
El presidente de la estatal saudí Aramco, Khalid al-Falih, dijo que continúan invirtiendo en producción pese a los profundos recortes de costos en la industria, y que los mercados probablemente encuentren pronto el equilibrio en un precio del petróleo "moderado".
Y tampoco parece haber indicios de un cambio de posición de Arabia Saudita, que a fines del 2014 llevó a la OPEP a cambiar su estrategia en favor de proteger su porción de mercado, no los precios.
Analistas de Bernstein dijeron que los gastos en exploración y producción excluyendo a la OPEP caerían un 18 por ciento este año si los precios promedian los 50 dólares por barril y se desplomarían un 38 por ciento con el crudo a 30 dólares.
El derrumbe de los precios está ahorcando financieramente a naciones productoras como Venezuela, que dependen básicamente de los ingresos del crudo y no pueden incrementar su producción.
Venezuela ha pedido una reunión de emergencia de la OPEP para discutir medidas para remediar la baja de los precios. Pero los miembros del OPEP del Golfo, se han opuesto a esto.
El ministro de Energía de Qatar dijo que la OPEP está evaluando la necesidad de convocar una reunión extraordinaria tras recibir una solicitud a tal efecto.
En tanto, el ministro de Hidrocarburos de Ecuador dijo que su país apoya una reunión de emergencia de la OPEP para tomar una decisión respecto a los precios del crudo.
Hasta ahora sólo Omán y Azerbaiyán -que no integran la OPEP- han expresado su voluntad de recortar la producción conjuntamente con la OPEP.