La estatal venezolana PDVSA está implementando medidas para recuperar una porción de la producción de petróleo perdida en los últimos meses mediante el incremento de la mezcla de crudos en la Faja del Orinoco, su más importante área de extracción, según fuentes y un documento de la empresa.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos desde 2019 han privado a PDVSA de los diluyentes importados que necesita para producir crudos de mayor valor comercial. Las medidas han encogido su cartera de clientes y proveedores, derrumbando las exportaciones petroleras a sus menor nivel desde la década de 1940 y reduciendo considerablemente su producción.
PDVSA y sus empresas mixtas produjeron 336.000 barriles por día de crudo a fines de agosto, según cifras internas de la empresa. Hace un año, la producción del país era de 933.000 barriles diarios, según cifras reportadas a la OPEP. La exportación de crudo es la mayor fuente de ingresos en divisas para Venezuela.
Hace dos semanas, PDVSA reinició las operaciones de mezcla en la empresa mixta Petrosinovensa, que comparte con China National Petroleum Corp (CNPC), tras meses de parálisis. Ahora está procesando 64.500 barriles diarios de petróleo crudo diluido (DCO) para producir alrededor de 77.000 barriles diarios de crudo exportable Merey, según el documento.
El domingo, PDVSA terminó de descargar 500.000 barriles de condensado iraní para otra empresa mixta, Petropiar, operada junto a la estadounidense Chevron Corp, en busca de impulsar las operaciones de mezcla allí, mostró también el documento.